¿Por qué conservar los humedales?
Los humedales nos brindan importantes bienes y servicios necesarios para nuestro bienestar.
Los humedales son indispensables para la vida por los servicios que nos brindan: desde el suministro de agua dulce, alimentos, materiales para la construcción, medicinas naturales, hasta el papel que cumplen en la regulación de las crecidas de los ríos, la recarga de aguas subterráneas y la adaptación al cambio climático.
Naturaleza: Son refugio de flora y fauna, como las aves acuáticas, peces, anfibios, reptiles y mamíferos. Diversas comunidades vegetales viven asociadas a los humedales, creando paisajes maravillosamente diversos y únicos.
Reducción de emisiones de dióxido de carbono: Los humedales almacenan carbono en elevadas cantidades. Mediante la conservación de los mismos es posible obtener grandes beneficios en términos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Agua potable: Los humedales son fuente de agua dulce y además funcionan como un enorme riñón, cumpliendo un importante papel en la depuración de las aguas.
Alimentación: Muchos de los humedales son la base para la producción de alimentos asociada a la agricultura, ganadería, las pesquerías y la acuicultura.
Comunidades prósperas: Los humedales suelen ser los motores de la economía local, donde el acceso al agua dulce brinda posibilidades de desarrollo, tanto productivo, como de recreación y turismo.
Reducción de desastres: Los humedales protegen las costas y amortiguan las inundaciones, reduciendo los picos de crecida de los ríos. Retienen el agua después de las lluvias actuando como una esponja, para luego liberarlos lentamente. El riesgo de inundaciones aumenta a medida que los humedales pierden su capacidad de almacenamiento de agua de lluvia.
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