De casa a la cultura en linea
En tiempos de aislamiento y distanciamiento social, las actividades quedan relegadas a un segundo plano...lo primero es la salud, hasta el más apasionado romance se suspende por el mismo motivo, y no es que sea por imposición de las más competentes autoridades, no, es el simple y siempre vigente instinto de supervivencia que todos tenemos adormecido, y que ante la alarma de algo desconocido aparece con la fuerza del raciocinio primigenio.
Cuando ha pasado un prolongado tiempo, la alarma de peligro, se vuelve a adormecer, nuevamente estamos confiados, también es condición humana, actuar por instinto, aunque sabiendo que la realidad es incierta, y que no deja de ser peligrosa, pero nos dejamos llevar, y si vemos que no somos solos, que otras personas hacen igual, nos afianzamos en el colectivo masivo, y ni en un momento queremos dejar de pertenecer a lo tribal, nos juntamos, compartimos, y es ahí, donde yace la peligrosa oportunidad de contraer el mal, créeme, es ahí, donde más acostumbrados, estamos.
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