El transporte público es gratuito en Luxemburgo desde el 1° de Marzo 2020. (EFE)
A partir del 1 de marzo de 2020, el transporte público es gratuito. Considerado como uno de los países con el salario promedio anual más alto del mundo y uno de los que cuenta con un mayor número de vehículos por persona, todo haría pensar que la medida está enfocada para tratar de reducir la congestión y los atascos. Pero nada del otro mundo: la idea es paliar las desigualdades sociales del país.
Según los últimos informes, el 60% de los habitantes de Luxemburgo se desplazaban a diario al trabajo a bordo de su vehículo, mientras que solo el 19% utilizaba el transporte público de manera cotidiana.
Esa situación provocó que la capital se convierta en una verdadera ratonera de vehículos en hora punta, donde se calcula que cada usuario pierde una media de dos horas diarias en sus vehículos y donde los atascos se han convertido casi en una costumbre.
Todo hacía indicar que la medida anunciada por François Bausch, ministro de Movilidad y Obras Públicas, tenía un fin puramente ecológico, con el objetivo de acabar con los atascos y ayudar a mejorar el medio ambiente, pero nada más lejos de la realidad.
El hecho de que este año el transporte público pasó a ser gratuito escondía una situación de fondo que podría pasar desapercibida en un primer instante: los problemas económicos de buena parte de sus habitantes.
Luxemburgo puede presumir de ser uno de los países con el salario medio más alto del mundo, donde el sueldo mínimo está establecido en los 1.760 euros al mes.
Sin embargo, los altos precios del país provocan que, cada vez más, un mayor número de habitantes se encuentren en riesgo de pobreza: según los últimos datos oficiales, el 13% de su población activa y el 10% de los jubilados están por debajo de estos márgenes, una situación social que se ha vuelto complicada.
Para tratar de paliarla, el gobierno ha decidido tomar dos medidas en los últimos meses: subir ese sueldo mínimo y que el transporte público sea gratuito.
"Es principalmente una medida social. El objetivo es detener la creciente brecha entre ricos y pobres. Para las personas con los salarios más bajos, los gastos de transporte son importantes. Por lo tanto, es más fácil que sea gratis para todos", indicó Bausch, quien entiende que es una manera de ayudar a los que menos tienen.
Se beneficiarán dos millones de personas
La idea de permitir el uso gratuito de trenes, tranvías y autobuses dentro del pequeño país europeo está enfocada para los luxemburgueses, pero cualquiera se podrá beneficiar de ello: así, tanto los 600.000 habitantes, los 175.000 trabajadores que viven fuera de Luxemburgo y los cerca de 1,2 millones de turistas anuales con los que cuentan no tendrán que volver a pagar por el transporte público.
Pero, ¿funcionará realmente? Las pruebas, de momento dicen que sí.
Luxemburgo no es el primer lugar que pone en funcionamiento una medida similar. Tallin, capital de Estonia, ya lo puso en funcionamiento en 2013, mientras que la ciudad francesa de Dunkerque hizo lo propio el año pasado. En ambos casos, quedó confirmado que aumentó el uso del transporte público, con mayor número de viajes y mayor número de usuarios.
Solo hay un problema contra el que luchar: el propio usuario, que sigue considerando impopular dejar su vehículo privado en casa.
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