Es un barco, no la caja de Pandora

En estas épocas de encierro obligado se potencia la desesperación por buscar culpables y así como las crisis suelen sacar lo mejor también deja relucir las partes más miserables del ser humano.

Por Jorge Rubén Díaz (*)
Un barco de Hong Kong que vino de España en el puerto de Concepción del Uruguay.

El barco Kiwi Trade que este miércoles estaría amarrando en los muelles de nuestro Puerto con sus 22 tripulantes viene de España, zarpó a fines de febrero y tras unos cuantos días en altamar ingresó en aguas argentinas. 


En el km 0 por protocolo, Sanidad de Frontera les realizó los controles que corresponden y el capitán de la embarcación firmó una declaración jurada sobre el estado de la población del barco, donde cuenta el registro de los tripulantes y los controles médicos permanentes que se le realizaron.


Holgadamente están cumplidos los 14 días de cuarentena obligatoria establecidos en el decreto presidencial y no han reportado tripulantes con síntomas correspondientes al Covid-19. 


Ya estuvo amarrado en los puertos argentinos de Bahía Blanca, y luego en San Nicolás de donde vendrá hasta Concepción del Uruguay.


Según indicaron desde Prefectura a este periodista “en esos puertos no se le permitió a la tripulación tocar tierra, y acá no será la excepción”.


Hasta aquí información pura, con registros aportados por un ente público de seguridad.


Reacciones desmesuradas


Los diferentes posteos en los grupos de whatssapp o de Facebook muestran reacciones de uruguayenses que dan cuenta de conductas que merecen ser analizadas por las ciencias sociales, pero que al menos llaman la atención hasta qué punto la paranoia hace daño y nubla la capacidad de relacionarnos.


Desde pedidos para que intervenga el Intendente, que no tiene potestad en este caso, hasta que hundan a ese barco, fueron los más leves.

Esas conductas en masa potencian y sacan a relucir odios de clase y falta de empatía.


Sin caer en personas puntuales entre los opinantes se encuentran algunos empleados públicos y docentes que piden “que no ingrese un solo barco más hasta que se termine la pandemia”, sin pensar ni averiguar que ese barco cumple con los protocolos sanitarios.


Si se siguiera con esa lógica extremista que por el solo hecho de venir de otro país “no puede arribar ningún barco”, en este contexto de un país paralizado por la pandemia lo único que se logrará es desfinanciar más aún al Estado. 


Y así no habrá país que aguante hasta que salgamos de esta situación extraordinaria, ¿de dónde saldrá mientras el dinero para los insumos de los hospitales sino? ¿o de los sueldos de fin de mes? ¿o de las ayudas a los sectores más postergados?


Quienes por formación profesional o de vocación deberían tener un mínimo de receptividad, tendrían que tomarse más un tiempito y en vez de reproducir posteos llenos de odios y prejuicios en conjunto con Fake News, informarse en sitios serios o intentar buscar la información oficial, por ejemplo el Boletín Oficial de la Nación.


Allí encontrarán el artículo 2 del DNU presidencial que exceptúa de la prohibición del ingreso y de cumplir con el aislamiento obligatorio “a las personas que estén afectadas al traslado de mercaderías por operaciones de comercio internacional de transporte de cargas de mercaderías, por medios aéreos, terrestres, marítimos, fluviales y lacustres”. 


De la misma manera quedan excluidos “los transportistas y tripulantes de buques y aeronaves; y las personas afectadas a la operación de vuelos y traslados sanitarios”. 


“Lo dispuesto se aplicará siempre que las personas exceptuadas estuvieren asintomáticas, y den cumplimiento, tanto dentro como fuera del país, a las recomendaciones e instrucciones que disponga la autoridad sanitaria nacional”.


Tranquilos/as. Lo que viene es un barco, no una horda de asiáticos, (o de los países y continentes que sean), que saldrán a pasearse por las calles de la ciudad contagiándonos de las pestes bíblicas. Más vale cuidémonos de la infodemia, y eso depende de nosotros.

(*) Periodista de El Miércoles Digital. Publicado en dicho sitio, de Concepción del Uruguay.

Comentarios

Entradas populares