La victoria de Macri en las legislativas argentinas impulsa su agenda de reformas

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, elogió el buen desempeño de su partido en las recientes elecciones legislativas y dice que es un respaldo para seguir adelante con su controversial paquete de reformas laborales, impositivas y de pensiones que, según dice, encaminará al país hacia un crecimiento económico sostenido.



“Entramos en una etapa de reformismo permanente”, dijo Macri, sonriendo ampliamente durante una conferencia de prensa a primera hora de la mañana de el lunes. “Argentina no tiene que parar y no tienen que tenerle miedo a las reformas porque reformarse es crecer, evolucionar, progresar”.


Cambiemos, la alianza política de Macri, superó las proyecciones de los analistas durante la votación del domingo, convirtiéndose en el primer partido desde 1985 en ganar en los cinco distritos electorales más grandes de Argentina. Obtuvo nueve escaños en el Senado y 21 en la Cámara de Diputados, reforzando su posición en la legislatura, instancia en la que Cambiemos sigue siendo un bloque minoritario.


La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ganó un escaño en el Senado. Eso le dará una plataforma formal para seguir luchando contra las políticas de Macri, que ella dice que benefician a los ricos a expensas de los pobres. Es posible que el cargo también impida que vaya a prisión si es condenada por distintos cargos de corrupción que se le imputan.


Aunque la victoria de Fernández de Kirchner era ampliamente esperada, en general, su partido tuvo un mal desempeño. Eso subraya lo débil que se ha vuelto el peronismo —la fuerza política dominante en el país durante décadas— en la era Macri, en gran parte como resultado de las divisiones internas.


En términos generales, las victorias de la alianza de Macri parecen marcar otro revés para la izquierda de América Latina. 


En Brasil, la destitución de Dilma Rousseff en 2016 puso fin a 13 años en el poder del Partido de los Trabajadores. 

En Chile, el ex presidente conservador Sebastián Piñera parece tener una cómoda ventaja en la campaña para reemplazar a la presidenta Michelle Bachelet, de izquierda, el próximo año.

En Venezuela, el gobierno socialista perdió el control de la legislatura en 2015, aunque en julio el presidente Nicolás Maduro despojó a los legisladores del poder. 

Y en Perú los votantes eligieron como presidente a un ex banquero de Wall Street en 2016.


Buscando capitalizar rápidamente los resultados del domingo, Macri dijo que llamaría a los gobernadores, legisladores y líderes del poder judicial para acelerar el avance de las reformas en política fiscal y laboral que son sus prioridades. 


Al parecer, su discurso tuvo la intención de tranquilizar a los inversores que desde hace tiempo se quejan de las dificultades para hacer negocios en Argentina.


“El gobierno quiere crear un sistema que promueva el empleo”, dijo Fausto Spotorno, economista jefe de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. 


“Hoy en día es tan caro y riesgoso contratar gente en Argentina que tienes una alta tasa de desempleo y mucha economía informal”.


La aceleración de la agenda de Macri implica riesgos políticos significativos, dicen los analistas, porque el plan del gobierno para recortar el déficit de Argentina —actualmente cerca del 4,2 por ciento de su Producto Bruto Interno— requerirá recortes impopulares.


“El gobierno está presentando una agenda de reformas que son imprescindibles pero tienen costos políticos importantes, así que su plan está basado en el gradualismo; todos los días vamos a ver algo nuevo”, dijo el analista Sergio Berensztein, quien señaló que el alto gasto público fue una de las claves del éxito electoral de Macri.


La ex presidenta Cristina Fernández ganó un curul en el senado en las elecciones legislativas del domingo. CreditLiliana Servente/DYN, vía Associated Press


Los mercados, que con impaciencia adquirieron los miles de millones de dólares en deuda que Macri ha emitido desde que llegó al poder en diciembre de 2015, le dieron un voto de confianza inmediato al gobierno, lo que hizo que las acciones argentinas subieran tanto en Wall Street como en Buenos Aires, mientras el peso se fortalecía.

Si bien la recesión económica de Argentina se terminó, “se necesita hacer más para asegurar que el crecimiento sea sostenible a largo plazo”, dijo Spotorno. 


El Banco Mundial proyectó recientemente que la economía del país crecerá a una tasa de 2,8 por ciento este año y de 3 por ciento el próximo, un desempeño sólido a la luz de la lenta recuperación de Brasil, un mercado clave para los productos argentinos.


La elección del domingo marcó un punto culminante en el vertiginoso ascenso de una nueva marca política que llegó al poder hace dos años cuando Macri, ex jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ganó la presidencia al definirse como la nueva cara de la política argentina. 


Se ha convertido en un presidente raro, poderoso y relativamente popular en una región donde otros países grandes actualmente están dirigidos por líderes impopulares y poco conocidos.


El candidato de Macri en la provincia de Buenos Aires, donde vive casi el 40 por ciento del electorado, logró una contundente victoria de cuatro puntos sobre Fernández de Kirchner. El segundo lugar obtenido por la ex presidenta fue suficiente para asegurar su banca en el Senado.


Fernández de Kirchner lanzó una gran ofensiva durante el tramo final de la campaña, imponiendo el estilo desafiante que ha caracterizado su ejercicio político. Se describió como la mejor esperanza para “poner freno” a lo que llamó las políticas de austeridad de Macri. Sin embargo, el lunes estuvo notablemente silenciosa.


Los analistas dijeron que las divisiones que surgieron en la oposición facilitarán que el gobierno selle las alianzas necesarias para legislar en el Congreso.


“La realidad es que el peronismo nunca estuvo tan debilitado”, dijo la analista Mariel Fornoni, directora de la consultora política Management & Fit. 


“Ya pasó por malos momentos antes pero la gran diferencia ahora es que no tiene liderazgo claro y la persona que dice ser su líder es rechazada por gran parte de la sociedad”.


Los días previos a la votación fueron sombríos luego de que el cadáver del joven activista Santiago Maldonado fuera encontrado en un río de la Patagonia la semana pasada, más de dos meses después de su desaparición tras una protesta que fue disuelta por las fuerzas de seguridad.


La desaparición de Maldonado se convirtió en un grito de guerra de la oposición, y las encuestas de opinión proyectaban que el descubrimiento de su cadáver afectaría a Macri en las urnas. 


Pero los resultados preliminares de la autopsia, anunciados el viernes, sugirieron que el activista se habría ahogado y que no tenía moretones visibles en su cuerpo.


“Si la autopsia preliminar no hubiera aparecido, Macri seguramente hubiese caído unos puntos”, dijo Fornoni. El lunes, Macri prometió seguir “colaborando con la justicia porque queremos saber la verdad” sobre el caso de Maldonado.
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